La enseñanza
Mauricio Castaño H.
Historiador mauriciojota@yahoo.es
El culto a la ciencia en nada se diferencia del que se le tuvo al mito en épocas pasadas. Ciencia y mito tienen como su razón de ser, brindar explicaciones a fenómenos que la inquietud humana demanda. Pese a los mayores avances científicos con que los tiempos modernos cuentan, personas de diversa formación y estratos sociales, acuden a creencias pre científicas. Ha de recodarse los miles de políticos y altos ejecutivos en el mundo, que tienen por consultores a los nuevos chamanes, astrólogos, esperando develar los intrincados laberintos de sus ambiciosas vidas. Para los ciudadanos de a pié, se cuenta con la proliferación de brujos que se ofrecen en las céntricas ciudades, que prometen mejorar la suerte en la salud, el dinero y el amor.
Si del aberrante culto científico se pasa a las creencias mágicas modernas, ello nos está diciendo, por lo menos, que la enseñanza o difusión de la ciencia ha fracasado. Los medios masivos de comunicación transmiten de todo, menos de una divulgación científica seria. Sin contar que según estadísticas del primer mundo, que si presentaran programas educativos, sólo un 10% los seguirían. Mientras tanto, en las aulas los escolares continúan con la enseñanza de conocimientos anecdóticos o anticuados, desvinculados de la vida cotidiana, con programas elaborados sin investigación previa, olvidando preguntas claves aún sin resolver ¿con qué finalidad? ¿Para qué se aprende? ¿Saber por saber? Desprendemos que cualquiera sea la respuesta, debe ser fruto de un consenso de la sociedad, pues la escuela no es el único lugar donde se aprende, y frente a la proliferación de información y de conocimientos, que puede paralizar por su volumen, se hace necesario filtrar.
No es un llamado a la fragmentación y operatividad del conocimiento. Por el contrario, se aboga más bien por la innovación. La escuela debe conservar su importancia, promover el saber como herramienta, con dos frentes, por un lado generando un acercamiento de la realidad que se vive día a día, y por el otro, organizando esa gran masa de conocimientos actuales. Aprender a seleccionar, estructurar los conocimientos.
En este último, la idea es evitar que quien aprenda se vea perdido o desbordado por el flujo continuo de información. ¿Cómo hacer digeribles los conocimientos? Pues no es complicado evidenciar que la enseñanza no garantiza la adquisición del saber que se transmite al alumno, como actor pasivo del proceso. Se hace mérito al término alumno, que quiere decir sin luz, sin luminosidad. Cuando más, será bien entrenado para responder a las adivinanzas que el profesor o el sistema le lanza. Aquí se cae en ese círculo vicioso en el que el proceso de conocer es sólo retener temporalmente un amasijo de nociones anecdóticas o enciclopédicas para luego ser regurgitadas en una buena mesa en alguna entrevista en procura de un empleo.
El papel activo del estudiante es necesario promoverlo. Platón refería que la enseñanza pasa por el canal erótico, esto es, que en última instancia lo que se transmite es una pasión por el saber. Hoy el saber exige de la capacidad de construir modelos para que sea posible la interactuación de las diferentes disciplinas, de construir competencias que permitan aprender a aprender más que memorizar unos datos que luego pedirán que repitan como loros. Sería bueno que no se siguiera persistiendo en el error mayúsculo de enseñar para la repetición, en el ejercicio de la excesiva memoria, en suma, en una pedagogía anticuada.
Tomado de http://ns59.mochahost.com/~webviva/cajavirtual/svc0254/articulo11.html
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http://es.mc284.mail.yahoo.com/mc/welcome?.gx=1&.tm=1305410113&.rand=3o768jnjo0n18#_pg=showMessage&sMid=1&&filterBy=&.rand=1992388501&midIndex=1&mid=1_86853_AKFu%2BFcAAJv0Tc5pAQBlpQbvOHI&fromId=semanariovirtual@viva.org.co&m=1_88023_AJdu%2BFcAAPFXTc64xgCMhA1JAZU,1_86853_AKFu%2BFcAAJv0Tc5pAQBlpQbvOHI,1_84311_AKRu%2BFcAAUxjTc1QjQVchViEI3Y,1_83189_AJpu%2BFcAAJtwTc1QVALk%2FwbahDE,1_82211_AKJu%2BFcAANlITc1PJw6HoVC5GDc,1_81728_AJ9u%2BFcAAHP0Tc1NAgIq2RplsTQ,1_81248_AJZu%2BFcAAT%2BbTc1M%2BgTX2xCX4Ro,&sort=date&order=down&startMid=0&hash=5b8ba5d29ab54aedaeda33a3d941612f&.jsrand=7184617
Caja de Herramientas. Edición N° 00254 – Semana del 13 al 19 de Mayo de 2011
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